Belén Santaella: ¡Yo sí soy una abuela feliz!

Así como yo, la mayoría de las abuelas piensan lo mismo de sus nietos o nietas. Pero como toda regla tiene su excepción, quiero contar lo que escuché hace unas semanas en un almuerzo al que fui invitada.

Estos son mis dos oficios: escribir y ser una abuela entregada, consentidora y feliz. Tengo una nietecita bella, inteligente y con un gran sentido del humor, Anabella; y tres inteligentes, preciosos y futuros «cracks» del fútbol internacional: Juan Andrés, Jesús Enrique y Ricardo.

Así como yo, la mayoría de las abuelas piensan lo mismo de sus nietos o nietas. Pero como toda regla tiene su excepción, quiero contar lo que escuché hace unas semanas en un almuerzo al que fui invitada. Todo estaba perfecto: la comida, digna de los dioses, el postre, me hizo olvidar la dieta, y el vino, exquisito. En el extremo opuesto de la mesa estaba sentada una señora encantadora más o menos de mi edad, es decir, una abuela en potencia. Quizá por eso entablamos rápidamente una conversación muy agradable. Pero la percepción que tenía de la vecina de mesa cambió cuando empecé a hablar sobre uno de mis temas favoritos: el de la felicidad que da el ser abuela.

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Edulcorante para mejorar la salud


Estevia Rebaudiana

Los compuestos edulcorantes de la planta están contenidos en mayor porcentaje en las hojas; en 1931 los químicos de origen francés Marc Bridel y R. Lavieille lograron aislar los glucósidos que provocan su sabor, a los que llamaron “esteviósidos” y “rebaudiósidos”. Hasta 300 veces más dulces que el azúcar, los glucósidos de esta especie no afectan la concentración de glucosa en sangre, por lo que resultan inocuos para los diabéticos y útiles en dietas hipocalóricas.

La faceta bioeléctrica del cáncer

Unos biólogos han comprobado cómo ciertas señales bioeléctricas, provenientes de células distantes, controlan los tumores provocados por genes que promueven el cáncer, y qué papel tienen en el proceso determinados ácidos grasos producidos por bacterias beneficiosas que viven dentro del cuerpo.

Estos científicos, de la Universidad Tufts en el campus de Medford/Somerville, de Massachusetts, Estados Unidos, se han valido de un modelo basado en renacuajos pero extrapolable al Ser Humano para llevar a cabo su estudio.

A menudo, la información genética no basta para determinar si una célula se convertirá en cancerosa; hay que tener en cuenta la fisiología de la célula y las señales bioeléctricas que ésta recibe de otros tejidos.

Contando con la suficiente información de esa clase, parece plausible recurrir a varias vías de prevención, detección y tratamiento del cáncer, por ejemplo utilizando fármacos que actúen específicamente sobre el estado bioeléctrico de ciertos puntos del cuerpo, aunque estén distantes. Algunos medicamentos de este tipo, incluyendo fármacos antiepilépticos, ya han sido aprobados para uso humano, por lo que sería relativamente rápido evaluar en ensayos clínicos su eficiencia para este otro campo de aplicación.

El equipo de Michael Levin y Brook T. Chernet inyectó en renacuajos de la rana Xenopus laevis oncogenes asociados con muchos cánceres humanos. Los oncogenes hicieron que se formaran estructuras parecidas a tumores en esos sitios receptores. Los experimentos realizados por los investigadores mostraron que la incidencia de la formación de tumores podía ser reducida de forma importante a través de la expresión incorrecta de canales iónicos hiperpolarizadores, que controlan el flujo de corriente a través de la membrana celular, incluso cuando estas señales eléctricas se originaron lejos de las células que expresan oncogenes. Estas señales bioeléctricas distantes suprimieron el crecimiento tumoral, a pesar de los altos niveles de proteína de oncogén de las células.

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Esfuerzos intelectuales a corta edad

Utilizar a fondo nuestro cerebro, particularmente durante la adolescencia, podría ayudar a las células cerebrales a sobrevivir más tiempo, y también afectar positivamente a la manera en que el cerebro funcionará después de la pubertad. Así se deduce de los resultados de una investigación reciente, llevada a cabo por el equipo de Tracey Shors, de la Universidad Rutgers (Universidad Estatal de Nueva Jersey) en Estados Unidos. En este estudio, realizado sobre ratas, se ha comprobado que las células cerebrales recién nacidas en ratas jóvenes que tuvieron éxito en aprender, sobrevivieron mucho más que la misma población de células cerebrales en animales que no lograron dominar la tarea a la que se dirigía el aprendizaje.

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Lección de Vida

En una cena de una escuela de niños  con capacidades especiales, el padre de un estudiante pronunció un discurso que nunca Será olvidado por las personas que lo escucharon.

Después de felicitar y exaltar a la escuela y a todos los que trabajan en ella, este padre hizo una pregunta: ‘Cuando no hay agentes externos que interfieran con
la naturaleza, el orden natural de las cosas alcanza la perfección.

Pero mi hijo, Herbert, no puede aprender como otros niños lo hacen. 

No puede entender las cosas como otros niños.  ¿Donde está el orden natural de las cosas en mi hijo? 

La audiencia quedó impactada por la pregunta. 

El padre del niño Continuó diciendo: ‘Yo creo que  cuando un niño como Herbert, física y mentalmente discapacitado viene al mundo, una oportunidad de ver la naturaleza humana se presenta, y
se manifiesta en la forma en la que otras personas  tratan a ese niño’. 

Entonces contó que un día caminaba con su hijo Herbert cerca de un parque donde algunos niños jugaban baseball. Herbert le preguntó a su padre:
‘¿Crees que me dejen jugar?’ 

Su padre sabia que a la mayoría de los Niños no les gustaría que alguien como Herbert jugara en su equipo,  pero el padre también entendió que si le permitían
jugar a su hijo, le darían un Sentido de pertenencia muy necesario y la confianza de ser aceptado por otros  a pesar de sus habilidades  especiales. 

El padre de Herbert se acercó a uno de los niños que estaban jugando y le preguntó (sin esperar mucho) si  Herbert podría jugar. 

El niño miró alrededor por alguien que lo aconsejara y le dijo: Estamos perdiendo por seis carreras y el juego esta en   la octava entrada. Supongo que puede unirse a nuestro equipo y trataremos de ponerlo al bate en la novena entrada’. 

Herbert se desplazó con dificultad hasta la banca y con una amplia  sonrisa, se puso la camisa del equipo mientras su padre lo contemplaba con lágrimas en los ojos por la emoción.
Los otros niños vieron la felicidad del padre cuando su hijo era  aceptado. 

Al final de la octava entrada, el equipo de Herbert logró anotar  algunas carreras pero aún estaban detrás en el
marcador por tres.  

Al inicio de la novena entrada, Herbert se puso un guante y jugó en el jardín derecho. 

Aunque ninguna pelota llegó a Herbert, estaba  obviamente extasiado solo por estar en el juego y en el campo, sonriendo de oreja a oreja mientras su padre
lo animaba desde las graderías.

Al final de la novena entrada, el equipo de Herbert anoto de nuevo. Ahora con dos ‘outs’ y las bases llenas la carrera para obtener el triunfo era una  posibilidad y Herbert era el siguiente en batear. 

Con esta oportunidad, ¿dejarían a Herbert batear y renunciar a la posibilidad de ganar el juego? Sorprendentemente, Herbert estaba al bate. 

Todos sabían que un solo ‘hit’ era imposible por que Herbert no sabia ni como agarrar el bate correctamente, mucho menos pegarle a la bola.  

Sin embargo, mientras Herbert se paraba sobre la base, el ‘pitcher’,reconoció que el otro equipo estaba dispuesto a perder para permitirle a Herbert un gran momento en su vida, se movió unos pasos al frente y tiro la bola muy suavemente para que Herbert pudiera al menos hacer contacto con ella.  

El primer tiro llegó y Herbert abanicó torpemente y falló. 

El ‘pitcher’ de nuevo se adelantó unos pasos para tirar la bola suavemente hacia el bateador.  

Cuando el tiro se realizó Herbert abanicó y golpeó la bola suavemente justo enfrente del ‘pitcher’. 

El juego podría haber terminado. El ‘pitcher’ podria  haber recogido la bola y haberla tirado a primera base. 

Herbert hubiera quedado fuera y habría sido el final del juego. Pero, el
‘pitcher’ tiró la bola sobre la cabeza del niño en  primera base, fuera
del alcance del resto de sus compañeros de equipo. 

Todos desde las graderías y los jugadores de ambos equipos empezaron a gritar ‘Herbert corre a primera
base, corre a primera’ nunca en su vida Herbert había corrido esa distancia, pero logro llegar a primera base. Corrió justo sobre la línea, con los ojos muy
abiertos y sobresaltado. 

Todos gritaban, ‘¡Corre a segunda!’ recobrando el aliento, Herbert con dificultad corrió hacia la segunda base.  

Para el momento en que Herbert llegó a segunda base el niño del jardín derecho tenia la bola…el niño mas
pequeño en el equipo y que sabia que tenia la  oportunidad de ser el héroe del día. 

El podía haber tirado la bola a segunda base, pero entendió las intenciones del ‘pitcher’ y tiro la bola  alto, sobre la cabeza del niño en tercera base. 

Herbert corrió a tercera base mientras que los corredores delante de el
hicieron un circulo alrededor de la base. 

Cuando Herbert llegó a tercera, los niños de ambos equipos, y los espectadores, estaban de pie gritando ‘¡corre a
‘home’! corre’. 

Herbert corrió al ‘home’, se paró en la base y fue vitoreado como el >héroe que bateó el ‘grand slam’ y ganó el juego para  su equipo. ‘Ese día’, dijo el padre con lágrimas bajando por su rostro,’los niños de ambos equipos ayudaron dándole a este mundo un trozo de verdadero amor y humanismo’.  

Herbert no sobrevivió otro verano. Murió ese invierno, sin olvidar nunca haber sido el héroe y haber hecho a su padre muy feliz, haber llegado a casa y ver a su
madre llorando de felicidad y ¡abrazando a su héroe del día!

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